En vuestra página web corporativa se afirma “Innovación, calidad y exportación claves del crecimiento de Prado del Rey “. ¿Cuál es la relación que se establece entre esas claves y la gestión de la diversidad?

Hoy en día la sociedad es muy heterogénea. Desde un punto de vista comercial  el modelo anterior  estado–nación ya no es válido para gestionar una empresa. La Gestión de la Diversidad permite adaptarse a las nuevas realidades.  En equipos de trabajo muy homogéneos no se pueden llevar a cabo medidas transgresoras y por lo tanto innovadoras.
Nosotros contamos con un equipo joven y en el cual el 60% de las personas que forman parte del equipo técnico son mujeres. En la bodega el 12 % son extranjeros y en el campo un 40%.  Toda esta diversidad nos ayuda a tener un capital humano con una mentalidad muy abierta, con ganas de innovar.

Las ventas internacionales de Prado Rey representan un 30% de la facturación total de la empresa y  en un plazo de cinco años se prevé que represente el 50 % de la empresa. ¿En qué medida  cree usted que la gestión de la diversidad puede contribuir a que una empresa salga de la crisis?

En España se ha bajado el precio medio del vino porque se compran menos botellas de vino y porque el consumo ha cambiado. El que antes bebía Crianza ahora bebe Roble y el que bebía Roble ahora bebe Joven.
Por el contrario en la exportación mantenemos el precio medio. Se han abierto nuevos mercados en EEUU, Asia y Latinoamérica. Para entender estos mercados necesitamos tener una mente abierta, transgresora.
Por ejemplo, somos la primera bodega en España en hacer vino con rosca. En España este producto no se ha entendido, sin embargo en el mercado de exportación se ha vendido muy bien.
Otro ejemplo lo tenemos en China donde hemos visto que el vino que mejor se vende es el de Crianza. Cuando le pregunté al distribuidor que por qué era así, me contestó que es porque el color de la etiqueta es de color rojo y el rojo en este país es el color de la buena suerte.

¿Qué costes deberá asumir una empresa que no gestiona la diversidad adecuadamente?

Una empresa que no gestiona su diversidad pierde oportunidades de mercado. Es cierto que desgraciadamente vivimos en un mundo en que la rentabilidad económica no va pareja a la rentabilidad social.  La nueva situación requiere apertura de mentes, requiere innovar, repensar productos y procesos. Pero no es cuestión sólo de las empresas, la sociedad tiene que empujar a las empresas también a tomar ese tipo de decisiones. Al fin y al cabo, el consumo es una forma de democracia.


¿Podría contarnos alguna experiencia positiva  relacionada con la gestión de la diversidad cultural?

Como ya he comentado los trabajadores extranjeros de nuestras bodegas son un 12 % y cuentan con un contrato de trabajo fijo. Por otra parte, representan el 40 % de los empleados del campo y, aunque hay contratos fijos y discontinuos en el período de vendimia, no existe mucha rotación. Se les intenta facilitar vivienda y, entre otras medidas, cuando la vendimia coincide con el ramadán se favorece que puedan disponer de tiempo de culto.